Un estudio revela que el aparato reproductor en su conjunto podría contener células infectadas en el transcurso de las 48 horas tras una exposición vaginal.
Un estudio publicado recientemente en la revista PLOS Pathogens ha arrojado más luz sobre cómo se establece la infección por VIH en el tracto genital femenino.
La investigación, realizada con macacos rhesus, ha proporcionado resultados inesperados que urgen a la búsqueda de nuevos mecanismos que permitan proteger del VIH todo el aparato reproductor de las mujeres.
Hasta la fecha la mayoría de estudios sobre transmisión del VIH tras una exposición vaginal se han realizado en macacos rhesus y se han centrado en el cuello del útero (o cérvix), situado en la parte superior de la vagina.
En esta ocasión, un grupo de investigadores de la Universidad Northwestern en Chicago (EE UU) quiso dar un paso más allá y focalizar su observación en los eventos iniciales que tienen lugar en todo el tracto genital femenino y que, en última instancia, provocan la infección por VIH.
Para ello, en primer lugar, construyeron un vector viral –es decir, un virus artificial– que pudiera entrar en las células huésped y liberar los llamados genes marcadores que permiten visualizar fácilmente las células infectadas del tracto genital femenino de los macacos.
El vector utilizó el mismo mecanismo de infección inicial de las células huésped que el que emplea el virus de la inmunodeficiencia símica (VIS), el equivalente en monos del VIH, pero que a diferencia de este último no puede multiplicarse ni propagarse.
Por lo tanto, sólo estaba presente en las células que fueron infectadas directamente tras la introducción del vector en la vagina.
En lugar de generar nuevos virus, el vector expresa dos genes, uno que codifica luciferasa, una enzima que emite luz de diversos colores, y otro que codifica un proteína roja fluorescente llamada mCherry.
De la mano de estas dos proteínas marcadoras luminiscentes, los investigadores fueron capaces primero de escanear a baja resolución el tejido para escudriñar aquellas áreas con células infectadas que contuvieran luciferasa, y a continuación de utilizar un microscopio de alta resolución para visualizar de manera individual las células infectadas que había sido resaltadas por mCherry.
En el plazo de las 48 horas tras la introducción del vector en la vagina de 8 macacos rhesus, los investigadores pudieron detectar células infectadas –especialmente células T– en todo el tracto genital femenino, es decir vagina, cuello uterino, ovarios y nódulos linfáticos.
La mayoría de los animales presentaron más de una localización de infección siendo las más habituales la vagina seguida del cuello uterino externo.
La infección en el cuello uterino externo y los nódulos linfáticos se observó cada una de ellas en un animal.
Dado el número limitado de animales en el ensayo y las distintas etapas del ciclo menstrual, no se puedo cuantificar el riesgo de infección para cada localización específica.
Con todo, sus observaciones apuntan a que el virus puede desplazarse a través del tracto genital femenino y que las localizaciones de infección inicial no se restringen a zonas específicas del aparato reproductor.
Sobre la base de estos hallazgos, los investigadores concluyen: “El tracto genital femenino en su conjunto debería considerarse potencialmente susceptible a la infección por VIH y, por lo tanto, los mecanismos dirigidos a prevenir la adquisición del virus tendrían que proporcionar niveles de protección suficientes para todo el aparato reproductor”.
Fuente: HIVandHepatitis
Referencias: DJ Stieh, D Maric, ZL Kelley, TJ Hope, et al. Vaginal Challenge with an SIV-Based Dual Reporter System Reveals That Infection Can Occur throughout the Upper and Lower Female Reproductive Tract. PLoS Pathogens 10(10):e1004440. October 9, 2014.
PLoS. Entire Female Reproductive Tract Is Susceptible to HIV Infection, Suggests Study of Vaginal Virus Challenge in Rhesus Macaques. Press release. October 9, 2014.
Website HIVandHepatitis:
Website PLoS Pathogens: