El patrón inflamatorio producido por la coinfección podría contribuir a la disminución del tejido óseo y al aumento de fracturas.
Según los resultados de un estudio presentado en la conferencia IDWeek, celebrada la semana pasada en Filadelfia (EE UU), y realizado sobre 151 mujeres, los niveles de densidad mineral ósea volumétrica (DMOv) del hueso esponjoso fueron menores en aquellas mujeres coinfectadas por VIH y el virus de la hepatitis C (VHC) que en aquellas únicamente infectadas por uno de los dos virus.
Igualmente, aquellas mujeres con coinfección por VIH y VHC también presentaron mayores niveles de inflamación, como indicarían sus niveles superiores de factor de necrosis tumoral (TNF, en sus siglas en inglés).
Esto llevó a los investigadores a sugerir que mejorando la inflamación producida por el TNF podría disminuirse la pérdida de tejido óseo.
Un equipo de investigación de la Universidad de Pensilvania (EE UU) observó que las personas que sufren coinfección por VIH y VHC tienden a presentar una menor densidad mineral ósea (DMO) y mayor tasa de fracturas que las personas que sólo están infectadas por uno de los dos virus.
Esta asociación, más directa en mujeres que en hombres, ha sido estudiada en anteriores ocasiones (véanse La Noticia del Día 18/07/2014, 09/07/2013 y 12/06/2013) .
El estudio realizado intenta comprender mejor la relación entre la coinfección por ambos virus y la disminución de la DMO y el consecuente riesgo de sufrir fracturas.
Se realizó un estudio transversal que incluía a 50 mujeres coinfectadas por VHC y VIH, a 51 mujeres únicamente infectadas por VHC y a 50 mujeres únicamente infectadas por VIH.
Se realizaron tomografías computarizadas cuantitativas periféricas (TCQp) para obtener medidas tridimensionales de la DMOv y otras dimensiones del hueso compacto: grosor cortical, área cortical, circunferencia periosteal y circunferencia endosteal.
Asimismo, se realizaron densitometrías óseas (también conocidas como escáneres DEXA o DXA, absorciometría dual de raxos X, en sus siglas en inglés) de cuerpo entero para medir la grasa corporal total y la masa magra apendicular.
Todas las participantes eran mayores de 18 años. Aquellas con VHC presentaban genotipo 1 y fibrosis hepática en distintos grados.
Todas las participantes con VIH llevaban al menos tres meses con terapia antirretroviral, y su carga viral era inferior a 1.000 copias/mL.
Se excluyeron del estudio a aquellas participantes embarazadas o en fase de lactancia, a aquellas que hubieran recibido anteriormente tratamiento para el VHC o a aquellas con enfermedades que afectaran a la nutrición o a la salud ósea.
Las edades medianas de las mujeres coinfectadas por VIH y VHC, infección por VHC, infección por VIH o sin infección (grupo control) fueron, respectivamente, de 51, 55, 47 y 47 años.
La proporción de personas de etnia negra en cada grupo fue del 78, 84, 84 y 42%, y el Índice de Masa Corporal (IMC) mediano fue de 27,2; 31,3; 31,9 y 25,7 kg/m2.
La proporción de fumadoras entre las participantes coinfectadas fue considerablemente mayor (80%) que entre el resto de los grupos (49%, 32%, 13%) y una de cada cuatro mujeres con VHC, con o sin coinfección por VIH, tenían fibrosis hepática de grado F3-F4 según la escala METAVIR.
La carga viral de aproximadamente el 80% de las mujeres infectadas por VIH estaba por debajo de 75 copias/mL, y aproximadamente un 75% estaban tomando Tenofovir, un fármaco antirretroviral asociado con toxicidad ósea.
El valor medio (en unidades tipificadas) de la TCQp fue significativamente inferior en las mujeres con coinfección por VIH y VHC que en el grupo control tanto para la DMOv del hueso esponjoso (-0,85 frente a -0,01, p menor 0,001), como para el área cortical (-0,61 frente a 0,03, p menor 0,001), grosor cortical (-0,77 frente a 0,00; p menor 0,001) y circunferencia endosteal (0,67 frente a 0,07; p menor 0,001).
Los mayores niveles de circunferencia endosteal junto con los niveles comparables de circunferencia periosteal en los casos de coinfección por VIH y VHC en relación al grupo control explican las menores dimensiones corticales de las primeras con respecto a las segundas.
Estas diferencias siguieron siendo significativas ajustando los resultados según hábito tabáquico, actividad física total, masa magra apendicular y masa grasa.
Los valores medios (en unidades tipificadas) de DMOv del hueso esponjoso fueron significativamente inferiores en aquellas mujeres coinfectadas que en aquellas que sólo tenían VHC (p menor 0,004) o VIH (p menor 0,001).
En mujeres con VHC los resultados medios (en unidades tipificadas) de TCQp fueron significativamente superiores en aquellas con fibrosis hepática en estadios 0-2 que en aquellas en estadios 3-4 para DMOv del hueso esponjoso (p= 0,04), área cortical (p= 0,05) y grosor cortical (p= 0,02)
No hubo diferencias significativas en los valores de vitamina D, hormona paratiroidea o citoquinas como la Interleuquina 1 beta o la Interleuquina 6.
Pero los valores medianos de TNF, otra citoquina que regula los procesos inflamatorios, fueron significativamente superiores en aquellas mujeres coinfectadas por VIH y VHC que en aquellas únicamente infectadas por VHC (3,11 frente a 2,63 pg/mL; p= 0,04) o por VIH (3,11 frente a 2,05 pg/mL; p menor 0,001).
Los autores del estudio señalaron varias limitaciones del análisis: su diseño transversal, la falta de información sobre el tiempo de infección por VHC o VIH, la imposibilidad de confirmar que las personas del grupo control no estuviesen infectadas por VHC o VIH y los problemas de extrapolar los resultados a varones.
Teniendo en cuenta las limitaciones descritas, el equipo de investigación concluyó que, en comparación con el grupo control, las mujeres coinfectadas tenían una menor DMO volumétrica en el hueso esponjoso y un menor grosor cortical, un patrón también observado en enfermedades inflamatorias.
En comparación con las mujeres únicamente infectadas por VHC o VIH, aquellas con coinfección presentaron una menor DMOv en el hueso esponjoso y un elevado valor del TNF.
Fuente: NATAP
Referencia: Lo Re III V, Lynn K, Stumm E, et al. Structural bone deficits in HIV/HCV, HCV-monoinfected, and HIV-monoinfected women. IDWeek 2014. October 8-12, 2014, Philadelphia. Abstract 645.
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