Junto con los factores habituales de transmisión, un nuevo estudio identifica también el sexo anal receptivo sin protección, el uso de drogas esnifadas y/o inyectadas y recuentos bajos de células CD4.
De acuerdo con los resultados de un estudio presentado en la XXII edición de la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI 2015), celebrada recientemente en Seattle (EE UU), la transmisión sexual de la hepatitis C en hombres gais con VIH podría asociarse, además de con los habituales factores de riesgo observados en estudios previos –como el sexo anal o la presencia de otras infecciones de transmisión sexual (ITS)–, con el uso de drogas administradas por vía nasal o intravenosa y con tener un recuento bajo de células CD4.
La adquisición del virus de la hepatitis C (VHC) por vía sexual, un virus de transmisión principalmente sanguínea, ha sido subestimada en numerosas ocasiones.
Desde inicios de 2000, se han comunicado en algunas ciudades del Reino Unido, Europa, Australia y EE UU –y recientemente en Barcelona– brotes de infección aguda por VHC transmitida, en apariencia, por vía sexual en grupos de hombres con VIH que practican sexo con otros hombres [HSH].
Datos recientes muestran que la incidencia de hepatitis C en hombres gais y otros HSH en la actualidad podría superar a la comunicada en usuarios de drogas inyectables en algunas ciudades.
Cada vez son mayores los indicios de que la transmisión del VHC, en hombres gais con VIH, es relativamente frecuente a través de prácticas sexuales de alto riesgo (tales como el sexo anal traumático o fisting -introducción total o parcial de la mano en el ano de la pareja-), sexo en grupo sin preservativo o empleo de drogas no inyectables –e inyectables– en las relaciones sexuales (que reducen la percepción del riesgo) o bien por la presencia de otras infecciones de transmisión sexual (ITS), entre otros factores.
Sin embargo, los estudios que han evaluado los factores de riesgo asociados a la transmisión del VHC en hombres gays con VIH no han proporcionado hasta la fecha resultados conclusivos.
Esto es debido a que muchos hombres gais pueden realizar, a menudo en una misma ocasión, diferentes prácticas asociadas a la transmisión del VHC por lo que resulta complejo discernir cuáles son los factores de riesgo más probables.
Durante la pasada CROI, un grupo de investigadores holandeses presentaron los resultados del estudio MOSAIC, una investigación que tenía como objetivo evaluar los factores de riesgo de infección aguda por VHC en hombres gais y otros HSH.
MOSAIC es uno de los primeros estudios en examinar los determinantes tanto biológicos como conductuales asociados a la infección aguda por VHC.
La mayor parte de los estudios previos que han examinado los factores de riesgo asociados a la infección reciente por VHC fueron diseñados en su origen para evaluar el VIH y no la hepatitis C.
Los investigadores realizaron un seguimiento prospectivo desde 2009 de un total de 82 hombres gais y otros HSH con VIH atendidos en cinco clínicas en Ámsterdam, Rotterdam y Utrecht.
Para cada caso, el análisis incluyó a 1 o 2 hombres gais con VIH y sin VHC como controles (n=131).
La mediana de edad de los participantes fue de 46 años. La distribución de los genotipos del VHC fue la siguiente: genotipo 1a (63%), 4d (13%), 2b (12%), 1b (7%) e indeterminado (4%).
El uso de drogas inyectable fue comunicado por 10 (12,2%) de los hombres coinfectados por VIH y VHC y por 2 (1,5%) participantes que solo tenían VIH.
A los participantes se les pidió que cumplimentaran un cuestionario sobre características sociales y demográficas, factores de riesgo de transmisión sanguínea del VHC, y conductas sexuales y uso de drogas durante los seis meses anteriores a la entrada en el estudio.
Los resultados de dichos cuestionarios se cotejaron con los datos clínicos de cada paciente en relación con el VIH y la hepatitis C.
Los investigadores, en un análisis multivariable, relacionaron de forma significativa los siguientes factores de riesgo con un incremento de la probabilidad de infección aguda por VHC (por orden de mayor a menor probabilidad): uso de drogas inyectables (cociente de probabilidades [CP]: mayor 10); ITS ulcerativas –sífilis, herpes genital, linfogranuloma venéreo– (CP: ~5); sexo anal receptivo sin protección (CP: ~5); uso compartido de juguetes sexuales (CP: ~4); uso compartido de material para esnifar drogas antes o durante el sexo –pajitas, billetes, ‘rulos’– (CP: ~3,5); fisting sin protección (CP: ~3); y recuento bajo de células CD4 en la última analítica anterior a la detección del VHC (CP: ~1,7).
Según los investigadores, en su análisis, no se identificaron como factores de riesgo independientes de adquirir el VHC el número de parejas sexuales ocasionales, el sangrado rectal, el lavado o enema anal y el sexo en grupo en fiestas (orgías).
En sus conclusiones, los autores consideran que, en el contexto de la actual epidemia de hepatitis C en la que probablemente se infectaron en primer lugar hombres gays y otros HSH con VIH con conductas sexuales de alto riesgo, en la actualidad podrían verse cada vez más afectados por hepatitis C aguda sobre todo hombres gais con conductas sexuales de bajo riesgo.
Este análisis difiere de la mayor parte de estudios anteriores en que fue capaz de hallar un efecto significativo del uso de drogas inyectables sobre la adquisición del VHC.
Con todo, el número total de personas que comunicaron dicho consumo de drogas fue bastante pequeño y, por lo tanto, resulta difícil sacar conclusiones definitivas.
Además, a diferencia de otros estudios, el presente análisis no observó una asociación entre tener un número mayor de parejas sexuales ocasionales o participar en orgías e infección aguda por VHC.
Por último, los investigadores reconocen que se requieren más estudios que exploren el papel de recuento de células CD4 puesto que todavía no está claro si un recuento más bajo de CD4 predispone a la infección por VHC o si es un resultado de la propia infección aguda, o ambas cosas.
De hecho, muchos hombres gays y otros HSH con hepatitis C transmitida por vía sexual tienen recuentos elevado de CD4.
En definitiva, los resultados de este análisis y estudios similares sugieren que mantener prácticas seguras tanto en el sexo como en el consumo de drogas podría reducir de forma significativa el riesgo de transmisión de la hepatitis C, como por ejemplo los preservativos para el sexo anal, los guantes para el fisting, y no compartir los juguetes sexuales o los instrumentos utilizados para el uso de drogas por vía nasal o intravenosa.
Además, estos resultados confirman la opinión cada vez más extendida entre los expertos de recomendar de manera regular la prueba de detección del VHC en hombres gais y otros HSH sexualmente activos.
Fuente: HivandHepatitis
Referencia: Vanhommerig JW, Lambers, FA, Schinkel J, et al. Risk Factors for Transmission of HCV Among HIV-Infected MSM: A Case-Control Study. 2015 Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections. Seattle, February 23-24, 2015. Abstract 674.
Website HivandHepatitis:
Website Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections (CROI 2015):
http://www.croiconference.org/