Aunque metadona sería más eficaz que Buprenorfina/Naloxona, dicha combinación tendría un menor impacto sobre la vida sexual.
Un estudio publicado en la edición digital del Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes ha concluido que las terapias de mantenimiento con Buprenorfina/Naloxona (Suboxone®) o metadona (Eptadone®, Metasedín® o como fármaco genérico), utilizadas para mantener bajo control la adicción a los opiáceos, lograrían, además, reducir las prácticas que incrementan el riesgo de adquirir la infección por VIH.
Las personas que consumen drogas inyectables constituyen uno de los grupos de población más vulnerables a la infección por VIH.
Tanto metadona como Buprenorfina/Naloxona han evidenciado en diversos estudios su capacidad para reducir el uso de opiáceos, además de prácticas de riesgo tales como compartir jeringuillas y, de este modo, las tasas de infección por VIH.
Para ahondar en el conocimiento de cómo estas terapias pueden beneficiar a las personas usuarias de drogas intravenosas en relación con el VIH, un equipo de investigadores estadounidenses llevó a cabo un estudio entre los años 2006 y 2009 (y un subsiguiente seguimiento hasta mediados de 2010).
Aunque en un inicio la proporción de participantes con metadona o Buprenorfina/Naloxona fue de 1:1, como se observó una mayor tasa de abandonos de la terapia en el grupo con Buprenorfina/Naloxona, finalmente un mayor número de participantes recibió metadona.
Un total de 731 personas (391 con metadona y 340 con Buprenorfina/Naloxona) participaron en el estudio.
El 96% de ellas completaron un cuestionario sobre prácticas de riesgo relativas al VIH antes de iniciar el tratamiento y a las semanas 12 y 24 de comenzarlo.
Durante el seguimiento se observó que ambas terapias lograron reducciones significativas –y comparables entre ellas– en la proporción de personas que compartían material de inyección o que no lo higienizaban adecuadamente, con una reducción del riesgo global de realizar prácticas de riesgo, en ambos casos, significativa (p menos 0,0001).
La frecuencia de inyección de metanfetamina, no obstante, se incrementó entre quienes tomaban Buprenorfina/Naloxona y se redujo entre quienes tomaron metadona.
Los investigadores señalaron que dicho hallazgo podría ser fruto de la casualidad, ya que ningún estudio previo había establecido dicha asociación.
Ambos grupos de tratamiento experimentaron una reducción en el número de parejas sexuales.
En mujeres no se observaron diferencias en la reducción entre ambos grupos de tratamiento, pero en el caso de hombres la reducción fue superior entre quienes tomaban metadona.
Los autores del estudio sugirieron que metadona afectaría a la producción de las hormonas sexuales, especialmente las masculinas.
Los hallazgos del presente estudio muestran como el control de la adicción a opiáceos por medio de las terapias de mantenimiento con fármacos permite reducir las prácticas de riesgo relacionadas con el VIH.
La tasa de abandonos sería superior en el grupo que tomó Buprenorfina/Naloxona, hecho que apuntaría hacia una mayor eficacia de metadona.
Sin embargo, el menor impacto sobre la vida sexual de Buprenorfina/Naloxona podría indicar una menor afectación de la calidad de vida con dicha combinación.
Fuente: Aidsmap
Referencia: Woody G et al. HIV risk reduction with buprenorphine-naloxone or methadone: findings from a randomized trial. J Acquir Immune Defic Syndr, online edition. DOI: 10.1097/QAI0000000000000165, 2014.
Website Aidsmap:
Website JAIDS Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes:
http://journals.lww.com/jaids/