La población inmigrante sólo se vería más afectada que la autóctona por algunas enfermedades, como el VIH o la tuberculosis.
El informe, titulado Assessing the burden of infectious diseases among migrant populations in the EU/EEA (Evaluación de la carga de las enfermedades infecciosas en las poblaciones inmigrantes en la Unión Europea [UE] y el Espacio Económico Europeo [EEE]), reveló que, a nivel poblacional, la mayor parte de las personas inmigrantes están sanas y se ven más afectadas únicamente por determinadas dolencias como el VIH y la tuberculosis.
Por ejemplo, las personas emigrantes representaron un número cercano al 40% de los casos registrados de VIH en la UE/EEE entre 2007 y 2011 (cuando suponen apenas un 9,7% de la población en el conjunto de los 27 países de la Unión Europea).
Cada vez hay más datos que evidencian que algunas poblaciones inmigrantes están en situación de riesgo de adquirir el VIH tras su llegada a Europa.
La proporción de personas inmigrantes entre los nuevos casos de VIH registrados varió en gran medida en función del país.
Así, en el año 2011 Suecia llegó a registrar una cifra superior al 70%, mientras que en países como Lituania o Rumanía, la proporción estuvo en torno al 1-2%.
España, por su parte, se situó ligeramente por encima de la media de la UE/EEE en 2011, con un 37% de personas inmigrantes entre los casos de VIH diagnosticados ese año. Estas personas inmigrantes diagnosticadas en España procedieron en su mayoría de Latinoamérica (57%) y, en menor medida, del África subsahariana (19%).
Además, en comparación con la población autóctona, las personas inmigrantes en algún país de la UE también tienden a recibir un diagnóstico más tardío del VIH (la mediana de células en el momento del diagnóstico fue de 302 células/mm3 en el caso de las personas inmigrantes frente a 379 células/mm3 en el de las personas nacidas en el país) y muestran unos peores resultados clínicos.
En muchos entornos europeos, la población que vive desplazada se encuentra con barreras legales, administrativas, culturales y lingüísticas cuando intentan acceder a la prueba del VIH.
Por este motivo, se necesitan más esfuerzos en toda Europa para alcanzar una mayor aceptación de la realización de pruebas entre este grupo de personas y también abordar las diferencias en el diagnóstico tardía observado en comparación con las personas no inmigrantes.
En cuanto a la tuberculosis, el informe refleja que las poblaciones inmigrantes se ven afectadas también en mayor medida por esta infección; las estadísticas reflejan que el 25% de los casos en la UE/EEE se produjeron entre inmigrantes en el año 2010, un incremento respecto al 21% registrado en 2007.
Sin embargo, el informe también refleja que estas poblaciones no aumentan el riesgo de infección por tuberculosis de la población autóctona del país en el que se encuentran.
Los datos disponibles también sugieren que la tuberculosis Multirresistente a fármacos es menos habitual entre las personas inmigrantes y que la tuberculosis se produce a una menor edad, en comparación con la población nativa.
Este es el primer informe exhaustivo sobre la carga de las enfermedades infecciosas entre la población inmigrante en el ámbito geográfico de la Unión Europea/Espacio Económico Europa, en el que se cubre el VIH, la tuberculosis, la hepatitis B, la hepatitis C, gonorrea, sífilis, sarampión, rubeola, malaria y la enfermedad de Chagas. Los datos para el informe procedieron del Sistema de Vigilancia Epidemiológica Europea.
El informe pone de relieve la necesidad de mejorar el sistema de recolección de datos y sugiere la necesidad de mejorar la comprensión de la epidemiología de las enfermedades infecciosas entre la población inmigrante en Europa.
Actualmente, ECDC está desarrollando un proyecto para servir de ayuda a los Estados Miembro en esta cuestión.
Fuente: ECDC
Referencia: ECDC report shows how migrants in the EU are affected by infectious diseases. 21 May 2014
Website European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC):
http://www.ecdc.europa.eu/en/Pages/