Los médicos que recetan Truvada (Tenofovir Disoproxil Fumarato / Emtricitabina) o Descovy (Tenofovir Alafenamida / Emtricitabina) como profilaxis previa a la exposición (PrEP) para adolescentes pueden tener que hacer un esfuerzo adicional para proporcionar el apoyo más efectivo para ayudar a esta población a mitigar su riesgo de contraer VIH.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han publicado una guía para los proveedores de atención médica que recetan PrEP a los adolescentes en su Informe semanal de morbilidad y mortalidad.
La agencia federal expresa su confianza en que esta población puede obtener buenos resultados en el régimen si recibe el apoyo adecuado.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó Truvada para su uso como PrEP por adultos en 2012.
En 2018, la FDA aprobó Truvada como PrEP para su uso en adolescentes que pesen al menos 77 libras que están en riesgo de contraer el VIH.
En 2019, la agencia aprobó Descovy como PrEP para adultos y adolescentes, excluyendo a aquellos en riesgo de contraer VIH a través del sexo vaginal debido a la falta de datos de ensayos clínicos sobre su uso entre mujeres cisgénero y hombres trans.
Los proveedores de atención médica que recetan PrEP a adolescentes, según los CDC, deben considerar varios factores únicos de este grupo.
Esto incluye detalles sobre la seguridad de la PrEP entre los jóvenes, asuntos legales relacionados con el consentimiento para la atención clínica y la confidencialidad, y la asociación entre los adolescentes y sus padres y tutores cuando se trata de su atención médica.
Los médicos también deben considerar cómo estructurar las visitas clínicas a los adolescentes, cuál es la mejor manera de respaldar su adhesión al régimen diario de PrEP y cómo apoyar las visitas clínicas trimestrales continuas necesarias para mantener una receta de Truvada o Descovy.
Puede ser necesario un mayor seguimiento para ayudar a los jóvenes con su adhesión.
Los proveedores de PrEP deben conocer los estatutos y reglamentos pertinentes sobre la prestación de atención médica a menores en los estados donde ejercen.
Cuando se trata de tomar decisiones sobre el uso de PrEP, los proveedores de atención médica deben participar en asociaciones con adolescentes y reconocer su autonomía en la medida permitida por la ley.
Si es seguro y razonable hacerlo, los padres deben ser incluidos en estas discusiones.
Los CDC recomiendan considerar la PrEP como un posible componente de la atención integral de salud física y sexual para adolescentes que tienen conductas sexuales que los ponen en riesgo de contraer el VIH o que se inyectan drogas.
"La PrEP es una intervención segura y efectiva para reducir el riesgo de contraer el VIH", concluyeron los CDC.
“Los adolescentes deben ser evaluados para detectar comportamientos que los pongan en riesgo de contraer el VIH. En adolescentes para quienes se indica PrEP, se puede ofrecer PrEP como parte de un enfoque integral adaptado a sus necesidades específicas”.
Website Morbidity and Mortality Weekly Report (MMWR):
https://www.cdc.gov/mmwr/
