Este descubrimiento podría permitir el desarrollo de vacunas que, administradas a las mujeres, eviten que sus hijos se infecten.
La gran mayoría de los bebés nacidos de mujeres con VIH no adquieren el virus al nacer (en los casos en los que ni ellos ni sus madres han recibido un tratamiento terapéutico y/o preventivo) y el motivo por el que esto es así ha suscitado gran controversia científica.
Recientemente un equipo de investigadores de Duke Medicine (una entidad que integra las facultades de Medicina y Enfermería y el sistema sanitario de la Universidad Duke, en EE UU) ha hecho pública una nota de prensa sobre un estudio que revela que este fenómeno podría deberse, al menos en parte, a una respuesta de anticuerpos que hasta la fecha se pensaba que era incapaz de proporcionar protección.
A pesar de que los fármacos antirretrovirales (administrados de forma terapéutica a la madre y/o de forma preventiva al recién nacido) tienen una elevada eficacia a la hora de evitar la transmisión del VIH por vía vertical, cada año se registra el nacimiento de 250.000 niños con VIH en el mundo.
Los motivos para ello son la falta de acceso a los fármacos, el inicio tardío del tratamiento durante el embarazo (lo que hace que la mujer pueda tener una carga viral elevada en el momento del parto) o la infección de la madre durante el embarazo y la lactancia.
Sin embargo, incluso en ausencia de fármacos antirretrovirales, se observa que la mayoría de los recién nacidos cuentan con una protección natural frente al VIH, a pesar de la exposición crónica al virus.
El equipo de investigadores decidió comprobar en qué se diferenciaban las características de los bebés que se infectaban y los que no.
Para ello, analizaron los datos procedentes de un estudio realizado en EE UU en la década de 1990 en el que se contó con información de madres y bebés y arrojó información sobre factores de riesgo en la era previa al tratamiento de gran actividad.
Los autores realizaron un perfil de las respuestas inmunitarias de las mujeres y, de este modo, detectaron diferencias entre las que mostraban las mujeres en los casos de transmisión y en los que esta no se produjo.
En el caso de las madres cuyos bebés no se infectaron, se encontró una potente respuesta de anticuerpos frente a una zona concreta de la cubierta viral denominada región V3.
Esta región desempeña un importante papel en la infección ya que es la encargada de unirse a un correceptor de sus células dianas (el CCR5 o el CXR4, según la cepa viral).
Esta respuesta inmunitaria tradicionalmente se consideraba poco eficaz ya que esa región del virus presenta una elevada variabilidad estructural que la convierte en un objetivo muy escurridizo como para constituir un blanco adecuado para los anticuerpos (naturales o inducidos por las vacunas).
Los autores consideran que estos resultados resultan intrigantes ya que, a pesar de que esta respuesta parece ser la responsable de reducir la transmisión del virus de madre a hijo, no hay pruebas de que ofrezca protección cuando el VIH se transmite a través de otras vías.
La clave podría estar en que los niños únicamente se exponen al virus de la madre y los anticuerpos que les transfieren las mujeres están adaptados a ese VIH en concreto.
Por tanto, la capacidad de los anticuerpos maternos para neutralizar su propia viremia podría resultar clave a la hora de evitar la transmisión del VIH por vía vertical.
El equipo de investigadores también anunció que su intención es probar nuevas vacunas experimentales que induzcan esta respuesta potencialmente protectora en mujeres para neutralizar su virus y, en consecuencia, evitar que se transmita a su bebé.
Los científicos se muestran optimistas ya que este tipo de respuesta inmunitaria ya se observó en muchas de las vacunas experimentales ya disponibles y parece factible que este enfoque permita proteger a los bebés.
Fuente: Duke Medicine News and Communications
Referencia: Permar S, Moody MA, et al. Antibody Response Linked To Lower Mother-to-Child HIV Transmission. Duke Medicine News and Communications
Website Duke Medicine News and Communications:
Website Journal of Clinical Investigation: