Un análisis revela que el régimen de vacunación evaluado resultó más eficaz frente a determinadas variantes del VIH
Un equipo de científicos empleó técnicas de secuenciación genética para obtener más datos procedentes del ensayo RV144, un estudio de fase III realizado en Tailandia que ofreció la primera prueba de eficacia de una vacuna preventiva del VIH, en 2009.
El presente análisis puso de manifiesto la existencia de una relación entre las vacunas experimentales empleadas en el estudio y la configuración genética de los virus de las personas que se infectaron.
Así, se detectaron dos huellas genéticas en el virus que se relacionaron con una mayor eficacia de la vacuna. Los resultados se publicaron el 9 de septiembre en la edición digital de la revista Nature.
En el ensayo RV144 participaron 16.000 personas, que fueron distribuidas de forma aleatoria para recibir un régimen de vacunación con dos vacunas experimentales o con placebo.
Los resultados reflejaron que dicha vacunación proporcionó una protección frente al VIH que, aunque modesta, supuso una prueba de concepto de que era posible conseguir una vacuna preventiva, algo que se había puesto en duda tras los fracasos registrados en anteriores ensayos de eficacia.
Los datos procedentes de los participantes en dicho ensayo están siendo analizados y revisados de forma concienzuda para encontrar cualquier pista que pueda servir para mejorar el diseño y desarrollo de nuevas vacunas
(véase Lo más destacado del VAX de septiembre de 2011): http://gtt-vih.org/actualizate/boletin_sobre_vacunas_del_sida/vax_septiembre2011/lo_mas_destacado
La secuenciación genética constituye una importante herramienta de valoración independiente de las respuestas inmunitarias inducidas por la vacuna y, en este análisis, el equipo de investigadores examinó las secuencias del genoma del VIH procedente de 110 voluntarios que participaron en el ensayo RV144 y que se infectaron por el virus.
Los resultados indican que las variantes virales que infectaron a las personas participantes fueron distintas en el caso de las que recibieron la vacuna que en el de las que recibieron placebo.
Los autores señalan que es la primera vez que han observado presión a nivel genético en el virus debido a una vacuna eficaz contra el VIH.
Así, su análisis reveló la existencia de una respuesta inmunitaria inducida por la vacuna en dos puntos de la región Env-V2 de la cubierta externa del VIH.
En el caso de las variantes virales que presentan estas dos marcas particulares, la eficacia de la vacuna llegó a ser de un 80%.
Este trabajo sugiere que la región Env-V2 podría suponer una diana muy importante para futuras vacunas contra el VIH.
Los investigadores centraron precisamente su análisis en la zona V2 del VIH tras un estudio publicado este mismo año 2012, que descubrió que el hecho de que los anticuerpos se fijasen de forma específica en la región V1V2 del virus estaba correlacionado con un menor riesgo de infección.
Este nuevo estudio de secuenciación genética evidenció que los virus que escapan de estas respuestas inmunitarias presentan unas diferencias genéticas en la misma región V2, lo que indica que la vacuna ejerció presión sobre la configuración de esa zona del virus.
Las cepas de VIH que escapan de los anticuerpos y consiguen establecer la infección presentan unas huellas genéticas (o mutaciones) que evitan ser reconocidas por el sistema inmunitario.
Estos cambios pueden apreciarse en la secuencia genética del virus.
El equipo de investigación analizó la secuencia genética de más de mil virus para examinar con mucha atención qué cambios se relacionaron con mutaciones de “escape”.
Este estudio viene a destacar el optimismo real que se observa en la actualidad en el campo de la investigación en vacunas.
Se están realizando unos avances notables en la comprensión de los mecanismos que pueden servir para desarrollar una vacuna contra el VIH más eficaz, algo que, en última instancia, ayudará a poner fin a la epidemia.
Fuente: ScienceDaily
Referencia: Haynes BF, Gilbert PB, McElrath MJ, et al. Immune-Correlates Analysis of an HIV-1 Vaccine Efficacy Trial. New England Journal of Medicine, 2012; 366 (14): 1275 DOI: 10.1056/NEJMoa1113425.
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