Dicho grupo de sustancias, llamadas catequinas, se hallan en el té verde y el chocolate.
Según los resultados de un estudio publicado en la edición de agosto de Journal of NeuroVirology, las catequinas, un grupo de polifenoles (sustancias químicas) procedentes de las plantas podrían ayudar a prevenir las complicaciones neurológicas más comunes en personas con VIH.
Las catequinas, conocidas por sus propiedades antioxidantes, se encuentran de forma natural en el té verde y en la semilla del árbol del cacao.
Es bien sabido que el tratamiento antirretroviral actual es incapaz de controlar la replicación completa del VIH en el cerebro.
Al no poder inhibir la reproducción del virus, los medicamentos no pueden evitar, por lo tanto, el desarrollo de complicaciones neurocognitivas en las personas seropositivas.
Los resultados de investigaciones previas han revelado el papel crucial que desempeña una proteína denominada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, en sus siglas en ingles) en la supervivencia y crecimiento de las neuronas.
Dicha proteína, que forma parte de la familia de las neurotrofinas, se encuentra activa en las áreas del cerebro esenciales para el aprendizaje, la memoria y el pensamiento complejo.
Por lo general, las personas con VIH muestran niveles más bajos de BDNF que la población general, por lo que los expertos han sugerido que esta neurotrofina podría estar directamente implicada en el deterioro cognitivo provocado por la replicación del VIH en el cerebro.
Con el fin de arrojar un poco más de luz sobre este tema, un grupo de investigadores del Departamento de Neurología de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore (EE UU) analizó en tubo de ensayo los efectos de 200 compuestos sobre las células cerebrales.
Entre dichos compuestos se incluían tanto sustancias naturales como fármacos aprobados por la Agencia de la Alimentación y el Medicamento de EE UU (FDA, en sus siglas en inglés).
Los expertos identificaron una serie de compuestos que tenían potencial para proteger las neuronas del cerebro, de los cuales nueve estaban relacionados con las catequinas.
La evaluación posterior en profundidad y la comparación de los compuestos con el resveratrol, un polifenol presente de forma natural en el vino tinto con propiedades antioxidantes, permitió identificar de forma específica dos sustancias como las más eficaces a la hora de proteger a las neuronas y que actúan induciendo la producción de la neurotrofina BDFN.
Estas dos sustancias son la epicatequina, presente en el cacao, y la epigallocatequina-3-gallato (EGCG), aislada en las hojas del té verde.
Aunque las propiedades antioxidantes de la epicatequina y la epigallocatequina-3-gallato estaban bien documentadas, el hallazgo de que estas sustancias pudieran ser responsables de inducir la producción de la neurotrofina BDFN supone un avance importante y prometedor en esta área.
El hecho de que estos compuestos tengan la capacidad de atravesar con facilidad la barrera hematoencefálica aumenta aún más su potencial terapéutico, lo que supondría superar un obstáculo importante y habitual en el desarrollo de terapias dirigidas al cerebro.
Se trata de un hallazgo muy prometedor para las personas seropositivas, ya que en la actualidad no existen terapias neuroprotectoras disponibles para tratar el deterioro neurocognitivo asociado al VIH.
En sus conclusiones, los autores señalan: "Debido a que tiene una estructura más simple y a que puede penetrar de forma más eficaz la barrera hematoencefálica, la epicatequina podría ser el mejor candidato terapéutico para el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas.
Entres éstas se incluyen los trastornos cognitivos asociados al VIH en los que el estrés oxidativo es un mecanismo fisiopatológico importante".
Dado que se trata de un hallazgo de laboratorio, se requerirá investigación clínica en pacientes con VIH que permita confirmar los resultados preliminares y dilucidar hasta qué punto pueden ser efectivos estos compuestos naturales.
Fuente: ScienceDaily.
Referencia: Nath S, Bachani M, Harshavardhana D, et al. Catechins protect neurons against mitochondrial toxins and HIV proteins via activation of the BDNF pathway. Journal of NeuroVirology 2012, DOI: 10.1007/s13365-012-0122-1.
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