Esa es la hipótesis de un artículo de ciencia básica que revisó grandes bases de datos de seguros publicados recientemente en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Para las personas con VIH, el envejecimiento conlleva una serie de problemas de salud, que incluyen enfermedades cardiovasculares y diabetes. Pero hasta ahora, los problemas oculares y de la vista no parecen estar cerca de los primeros lugares de esa lista.
Esto es importante porque la condición que observaron los autores del estudio, la degeneración macular seca, actualmente es intratable.
La revisión acompañó a un estudio de ciencia básica sobre el proceso por el cual la degeneración macular oscurece la visión.
La afección ocurre cuando la parte de la retina llamada mácula se desgasta con el tiempo.
Es la principal causa de pérdida de visión en personas mayores de 60 años.
Lo que encontraron los investigadores es que la acumulación de ADN es una parte importante de un mecanismo de muerte celular en el ojo, que conduce a la pérdida de la visión.
Postulan que los inhibidores nucleósidos de la transcriptasa inversa (NRTI) utilizados para la profilaxis previa a la exposición (PrEP) y el tratamiento, incluidos Truvada (Tenofovir Disoproxil Fumarato / Emtricitabina) y Descovy (Tenofovir Alafenamida / Emtricitabina), que bloquean la producción de ADN, podrían ralentizar o detener la progresión de la enfermedad ocular.
Una vez que los investigadores descubrieron que la producción de ADN puede ser parte del proceso de pérdida de la visión, también se dieron cuenta de que ya hay muchos medicamentos disponibles para detenerla.
Así que dieron el siguiente paso lógico: analizaron si las personas que tomaban NRTI para la PrEP en cuatro bases de datos de seguros de EE. UU.
Que comprenden 100 millones de personas tenían menos probabilidades de desarrollar la afección.
Descubrieron que las personas que tomaban NRTI tenían degeneración macular relacionada con la edad con un 40% menos de frecuencia que sus pares que no tomaban NRTI.
En este momento, esto es solo una hipótesis. No se ha probado en un ensayo controlado aleatorio, el estándar de oro de la investigación sobre el tratamiento y la prevención.
Además, los investigadores no estudiaron específicamente la degeneración macular en personas que viven con el VIH.
Por lo tanto, los resultados deben tomarse con mucha precaución.
"Estamos muy emocionados de que la reducción del riesgo se haya reproducido en todas las bases de datos, cada una con millones de pacientes", dijo Jayakrishna Ambati, MD, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, en un comunicado de prensa.
"Este hallazgo proporciona una esperanza real en el desarrollo del primer tratamiento para esta enfermedad cegadora".
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