Basándose únicamente en una biopsia hepática para diagnosticar cirrosis entre las personas con el virus de la hepatitis C (VHC) probablemente no alcanza tres de cada cuatro casos de la etapa avanzada de la enfermedad hepática, informa Reuters.
La publicación de sus resultados en el American Journal of Gastroenterology, los investigadores analizaron los datos de los individuos positivos para el VHC en el Estudio de Cohorte de la hepatitis crónica que recibieron pruebas de cirrosis entre 2006 y 2010.
Los participantes del estudio fueron probados con biopsias de hígado, el diagnóstico y los códigos de procedimiento para la cirrosis o la cirrosis descompensada, o el sistema de puntuación FIB-4, que estima la gravedad de la enfermedad hepática mediante análisis de sangre.
Fuera de 9.783 participantes, 2.788 (28,5 por ciento) tenían cirrosis basado en criterios del estudio.
Dentro de este grupo, 661 (7 por ciento) tenían cirrosis confirmado a través de la biopsia, mientras que el sistema de FIB-4 puntuación identificado 2.194 casos (22 por ciento).
Entre aquellos con cirrosis identificados a través de la biopsia, 356 (54 por ciento) tenían el código correcto diagnóstico CIE-9 registrado en su expediente médico.
En base a este último hecho, los investigadores concluyeron que confiar en los datos de codificación CIE-9 para el análisis de la historia clínica electrónica puede ser un método poco fiable.
Las variables asociadas de forma independiente con una mayor probabilidad de cirrosis estaban siendo mayor, varón, asiática o latina; que tiene el genotipo 3 de la hepatitis C o coinfección por el VIH; tratamiento previo para la hepatitis C; y el abuso de alcohol.
Las variables relacionadas con tener una menor probabilidad de cirrosis tenían seguro de salud o la hepatitis C genotipo 3 privada, y de ser negro.
Website The American Journal of Gastroenterology (AJG):