Los investigadores analizaron los datos de 5.153 mujeres VIH-positivas participando en tres estudios, Partners in Prevention HSV/HIV, Couples Observational Study, and Partners PrEP.
Ellos presentaron sus conclusiones en la octava Conferencia Internacional de la Sociedad del SIDA sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención en Vancouver, Columbia Británica.
Los participantes del estudio eran todos nuevos al tratamiento al entrar en los juicios respectivos.
Participaron los estudios para un promedio de 1,8 años.
Más de la mitad de las mujeres que alguna vez usó un método anticonceptivo.
Nueve por ciento de este grupo utilizó implantes, 41 por ciento de los inyectables de segunda mano, y el 15 por ciento tomó píldoras anticonceptivas.
Durante los estudios, el 31 por ciento de las mujeres que alguna vez recibió tratamiento antirretroviral (ARV) para VIH. Fuera de este grupo, el 23 por ciento tuvo Viramune (Nevirapina) y 5 por ciento tomó Sustiva (Efavirenz).
Veinte y cuatro por ciento de las mujeres quedó embarazada. Entre los que no en los anticonceptivos, las tasas de embarazo para las personas no en los ARV y en ARV eran un respectivo 13,2 y el 22,5 por 100 personas por año.
Los implantes reducen el riesgo de embarazo entre los que recibieron y no tomar los antirretrovirales por un respectivo 94 por ciento y 95 por ciento.
La tasa de embarazo para los que recibieron y no tomar el tratamiento del VIH en este grupo era un respectivo 1,1 y 1,4 años por persona.
Los anticonceptivos inyectables reducen el riesgo de embarazo entre los que tomaban o no tomar los antirretrovirales por un respectivo 82 por ciento y 80 por ciento.
Los anticonceptivos orales reducen las tasas de embarazo entre tanto los que tomaban y no tomar los antirretrovirales en torno al 60 por ciento.
No hubo diferencia estadísticamente significativa entre las tasas de embarazo de los que tomaron Sustiva, en comparación con los que no están en ese ARV.
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