Según un estudio presentado en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), celebrada la semana pasada en Boston (EE UU), los niveles de testosterona de hombres con VIH de mediana edad en adelante serían similares a los de aquellos de su misma edad no afectados por la infección.
Tras 6 años de seguimiento, la única diferencia que se apreció entre ambos grupos poblacionales fue que los niveles de testosterona en hombres con VIH presentaron niveles estables, mientras que en aquellos no infectados, los niveles variaban cíclicamente a lo largo del día.
La disminución de los niveles de testosterona que tiene lugar con la edad ha sido relacionada con determinadas afecciones asociadas al envejecimiento tales como los problemas cardiovasculares, elevación de los niveles de glucosa, osteoporosis o pérdida de masa muscular, además de con disfunciones de tipo sexual.
Los resultados presentados en la CROI forman parte del estudio MACS, que cuenta con la participación de una cohorte de hombres que practican sexo con otros hombres (HSH), formada tanto por personas con VIH como por no infectadas.
Los participantes llevan a cabo dos visitas anuales, en las cuales, además del seguimiento rutinario de la infección por VIH (en el caso de tenerla), se realizan entrevistas y determinadas mediciones de análisis sanguíneos, entre ellas, la de los niveles de testosterona.
Respecto a los hombres con VIH, el análisis incluyó a hombres que habían iniciado el tratamiento antirretroviral con, como mínimo, una edad de 45 años y de los cuales se disponía de muestras sanguíneas antes y después del comienzo de la terapia antirretroviral.
Los participantes que actuaron como controles (aquellos sin VIH) fueron seleccionados siguiendo criterios de edad, etnia, centro médico y época del año.
Todos aquellos hombres que seguían tratamientos hormonales o tenían niveles de testosterona suficientemente elevados (por encima de 150 ng/dL, que harían sospechar un uso no comunicado de tratamientos hormonales) fueron excluidos del análisis.
El análisis incluyó a 182 hombres con VIH y 267 no infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana, que actuaron como controles.
El 82 y el 85% respectivamente, eran de etnia blanca.
Los hombres con VIH tenían un índice de masa corporal significativamente superior al de los controles (25,1 y 26,3 kg/m2; respectivamente; p= 0,002).
Al compararlos con los controles, un porcentaje significativamente superior de hombres con VIH estaban coinfectados por el virus de la hepatitis C (VHC) (10 y 4%; respectivamente; p= 0,008).
Los participantes llevaron a cabo una mediana de 4 mediciones de la testosterona en una mediana de 6 años de seguimiento.
El promedio de los niveles de testosterona por la mañana fue inferior en hombres con VIH al observado en los controles (67 y 72 ng/dL; respectivamente; p= 0,037).
Sin embargo, los niveles fueron idénticos en ambos grupos en las mediciones realizadas por la tarde (65 ng/dL).
Los niveles de testosterona libre (no asociada a proteínas, el tipo de testosterona que realmente tiene función biológica), en general, disminuyeron de forma significativa a lo largo del tiempo (p menor 0,001); tanto en hombres con VIH como en los controles.
Tras ajustar los resultados en función de diversas variables, la disminución en hombres con VIH (-1,1% anual; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: entre -0,4 y -1,8%) y la observada en controles (-1,0%; IC95%: entre -0,6 y -1,5%) no presentaron diferencias significativas (p= 0,913).
Los autores del estudio concluyeron que la pérdida de las variaciones circadiarias (ciclos a lo largo del día) de los niveles de testosterona libre observada en hombres con VIH había sido relacionada en anteriores estudios, llevados a cabo en la población general, con el envejecimiento.
Así, dicho evento podría asociarse al envejecimiento prematuro que ya ha sido observado en personas con VIH (véase La Noticia del Día 27/02/2013), aunque, para que las conclusiones del presente estudio sean más consistentes, será necesario confirmarlas por medio de otras investigaciones con resultados más concluyentes.
Fuente: NATAP
Referencia: Slama L, Jacobson LP, Li X, et al. Longitudinal changes in free testosterone among older HIV-infected and HIV-uninfected men. CROI 2014. Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections. March 3-6, 2014. Boston. Abstract 754.
Website National AIDS Treatment Advocacy Project (NATAP):
http://www.natap.org/
Website Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections (CROI 2014):
http://www.croi2014.org/