En el caso de los hombres que practican sexo con hombres, se comprobó que casi tres cuartas partes adquirieron el VIH después de haber inmigrado.
Es probable que la mayor parte de los inmigrantes que viven con VIH en Europa y que recibieron el diagnóstico hace menos de cinco años adquirieran el virus en su país de acogida y no en el de origen, según un sondeo realizado en el marco del estudio aMASE (siglas en inglés de Expandiendo el acceso a los servicios sanitarios para las personas inmigrantes en Europa), cuyos resultados fueron presentados en la XV Conferencia Europea del Sida (EACS 2015), celebrada recientemente en Barcelona.
Según el estudio, esta tendencia se observó en ambos sexos, en todas las poblaciones vulnerables y para todas las regiones de origen.
Los resultados fueron presentados en la conferencia por la investigadora Débora Álvarez del Arco, quien afirmó que de los aproximadamente 29.000 nuevos diagnósticos de VIH registrados en 2009 en la Unión Europea, solo el 57% correspondía a personas que fueron diagnosticadas en su país de nacimiento, mientras que el 43% de diagnósticos se produjo en personas inmigrantes, de las que el 13% procedían del África subsahariana, el 9% de otros países europeos, el 5% de la región de América Latina y el Caribe y el 4% de Norteamérica, Australasia y Oriente Medio, mientras que no se pudo determinar el origen del 12% restante.
El estudio aMASE se diseñó para comprobar si la población inmigrante corría un mayor riesgo de infección por VIH en su país de origen o en el de acogida.
Para ello, entre 2013 y 2015 se realizaron entrevistas por ordenador a unas 2.249 personas inmigrantes (mayores de 18 años y diagnosticadas de VIH hacía menos de cinco) que hiciera al menos seis meses que residían en su país de acogida (se realizó en 9 países de la UE: España, Reino Unido, Bélgica, Portugal, Grecia, Suiza, Países Bajos, Italia y Alemania).
La medida de edad de las personas entrevistadas fue de 38 años, y el 68% eran hombres.
Entre los hombres, la vía de infección más probable fue el sexo con otros hombres en el 66% de los casos; para una cuarta parte, fue el sexo con una mujer; para el 6%, a través del consumo de drogas intravenosas y el 3% no declaró ninguna vía probable de infección.
Hasta el 97% de las mujeres señaló el sexo heterosexual como vía de infección, y sólo el 2% apuntó el consumo de drogas intravenosas.
El 33% de los participantes procedía del África subsahariana, el 32% de la región de América Latina y el Caribe, el 5% de Asia, el 4% de Norteamérica, Australasia u Oriente Medio, mientras que el 26% eran emigrantes procedentes de otro país de Europa: 11% de Europa Occidental, 10% de Europa Central y el 5% de Europa del Este.
A los participantes se les preguntó cuándo y dónde fueron diagnosticados de infección por VIH, así como de sus conductas de riesgo antes y después del proceso migratorio.
También se les pidió permiso para contactar con la clínica donde recibieron el diagnóstico (en su país de acogida o natal) para realizar una entrevista independiente con su médico a fin de confirmar el diagnóstico y la fecha probable de infección.
Se dispuso de datos para calcular la fecha aproximada de infección de 1.784 participantes, y se procedió a dividir a las personas en 5 grupos: El primer grupo estaba compuesto por personas de las que se desconocía si se infectaron antes o después de migrar.
El segundo y tercer grupo estuvo compuesto por las personas cuya fecha de infección se conocía con seguridad (un grupo lo constituyeron las personas que se infectaron antes de emigrar y el otro, las que lo hicieron después).
Los últimos dos grupos estuvieron formados por personas en las que había más dudas sobre el momento de infección, aunque se podía determinar la fecha probable del mismo (y al igual que antes, un grupo estuvo compuesto por las personas que probablemente se infectaron antes de emigrar y el otro, por las que probablemente adquirieron el VIH después).
Se comprobó que un número superior de personas adquirieron probablemente o con seguridad el VIH en su país de acogida que en el de nacimiento.
Esto se cumplió todos los países de origen y ambos sexos. La región donde fue menos habitual la infección en el país de acogida fue el África Subsahariana: 22% se infectaron en su país de origen, frente al 31% en su país de acogida, aunque hay que destacar que en el caso del 47% restante no pudo determinarse con exactitud la fecha de infección.
Al considerar otros países de origen, la diferencia fue mucho más llamativa.
El 68% de las personas de la región de América Latina y el Caribe probablemente adquirieron el VIH después de emigrar (frente al 8% que se infectó en su país de origen), al igual que el 57% de las personas de Asia (18% antes de emigrar), el 58% de las personas de Europa del Este (12% en el país de origen), el 60% de las personas de Europa Central (8% en el país de origen) y el 69% de Europa Occidental (12% en el país de origen).
No se pudo determinar la fecha de infección en el 20-32% de los casos.
El 36% de las personas heterosexuales habían adquirido el VIH en su país de acogida, pero en el caso de los hombres que practican sexo con hombres (HSH), el 72% se infectó por el virus después de emigrar, al igual que el 67% de las personas usuarias de drogas inyectables.
En su presentación, Álvarez del Arco declaró que las cifras evidenciaron que las personas procedentes de Europa Occidental y la región de América Latina y el Caribe presentaron una probabilidad especialmente elevada de haber adquirido el virus tras abandonar su país de origen, al igual que los hombres que practican sexo con hombres.
En este sentido, hizo un llamamiento para que se estudiara mejor qué factores influían en esta mayor vulnerabilidad al VIH en los países de acogida.
Respecto al sondeo, hay que destacar que no pudo determinarse el lugar de infección en un porcentaje importante de personas (en el caso de las de origen subsahariano llegó casi a ser la mitad de los casos).
Por otro lado, al haberse realizado a través de Internet, es probable que se hayan introducido sesgos en las respuestas, favoreciendo por ejemplo un mayor número de respuestas por parte de personas recién infectadas.
Fuente: Aidsmap
Referencia: Alvarez-del Arco D et al. HIV Acquisition among Migrants Living in Europe: Results from aMASE - Advancing Migrant Access to Health Services in Europe. Fifteenth European AIDS Conference, Barcelona. Abstract PS3/5. 2015.
Website EACS 2015:
Website Aidsmap: